Soy Marta Pérez. Nací en Madrid, el 4 de noviembre de 1998 y mi formación
académica comenzó en la guardería.
Mi experiencia en el ámbito educativo empieza
con menos de un año cuando mis padres decidieron llevarme a la guardería. Fue
un período del que no tengo muchos recuerdos pero me enseñaron bastantes cosas
(todas las que una niña puede aprender de 0 a 3 años). Durante esta fase, tuve
dos profesoras que se hacían cargo de mí y de todos los demás compañeros. Con
una de ellas sigo manteniendo el contacto ya que es amiga de mi madre y se
sigue preocupando de mí aún después de estos 18 años transcurridos.
Después de este período empezó mi etapa en la
escuela infantil. Durante los tres años, tuve a la misma profesora y no me
gustó en el sentido de que era una persona muy cerrada y no nos prestaba la
atención necesaria. Incluso nos decía que si la veíamos por la calle que ni la saludáramos,
que hiciéramos como que no la conociéramos. Creo que la profesora de cualquier
niño es un ejemplo para él y si él te ve por la calle o en el sitio que sea, lo
mínimo que debes hacer es saludarle porque a él le hará mucha ilusión.
En cuanto a tema de aprendizaje, en infantil no
aprendí casi nada porque esa profesora no fue capaz de transmitirnos ciertos
conocimientos y no dejo que nos expresáramos con nuestra creatividad ya que
todas las clases eran monótonas y aburridas.
Ante esta situación, mi madre quiso que me
cambiara de colegio porque no me sentía cómoda. El nuevo colegio fue donde pase
mi etapa de primaria y secundaria.
Durante la etapa de primaria, los
conocimientos que conseguí aprender fueron muy variados y aunque al principio
me costó (por la escasez de conocimientos)
poco a poco me fui integrando y aprendiendo al mismo ritmo que mis
compañeros.
Los profesores de este colegio me gustaron
mucho por su forma de expresarse y de hacer que aprendiéramos de una forma
divertida haciendo murales, trabajos en grupo, juegos (tanto en clase como en
el patio), etc. Fue cuando desarrolle mis valores gracias a la ayuda tanto de
mis profesores como de mi familia.
A partir de este período; me empezó a gustar
todo lo relacionado con la enseñanza porque veía como los profesores eran capaces
de resolver todas nuestras dudas, ayudarnos con lo que fuera, facilitarnos todo
tipo de conocimientos y sobre todo de educarnos.
Cuando pasé a secundaria, te hacían un examen
para ir a la clase A o a la B. Este examen contenía conocimientos de lengua y matemáticas
y dependiendo de la clase que sacaras ibas a una de las dos. Este método no me pareció
lo más adecuado ya que nos clasificaron en dos clases dependiendo de nuestros
conocimientos cuando en una clase tiene que haber diferentes tipos de personas
para que se ayuden entre ellas. Actualmente este método ya no está debido a todas
las quejas que hubo.
Aprendí muchas cosas durante estos 4 años y
aprendí a afrontar diferentes situaciones que me pudieran ocurrir en un futuro
como por ejemplo crear un dialogo en inglés.
La gran diferencia fue cuando pase a bachillerato.
Estos dos cursos los hice en otro instituto por tanto, eran nuevos profesores y
me tenía que acostumbrar a su forma de explicar, corregir, etc.
El primer curso no fue muy complicado porque
ya tenía mucha base de conocimientos. Sin embargo, 2º de bachillerato ha sido
unos de los peores cursos porque me ha costado muchísimo pero sabía que tenía
que conseguirlo para alcanzar mi meta, en la cual estoy ahora. Hice todo lo posible
para aprobar en mayo pero no fue posible y por ello me pude sacar el curso en
septiembre junto con la PAU.
Actualmente sé que he conseguido una parte
del objetivo que he tenido desde aquella etapa de primaria, que ha sido entrar
en el grado que me gusta, y el que espero cumplir por completo en 5 años.